martes, 8 de enero de 2013

EL COLIBRÍ



Leída por una adolescente en la boda de su tía.

Con gran cariño quisiera
concelebrar este día
haciendo una poesía;
mas poetisa no soy.

Pero os contaré una historia
de indios americanos.
Ocurrió en tiempos lejanos
bien pudiera ocurrir hoy.

Ella, una linda princesa
del otro lado del río.
Él era un guerrero impío
de una tribu rival.

El gran río fue testigo,
en la noche imperceptible,
de aquel amor imposible
por desventura fatal.

Pidió morir la princesa
a su dios omnipotente:
pero Tupá, deferente,
la convirtió en una flor.

El Viento contaba al indio
la suerte de su princesa,
y el infeliz se vio presa
de grandísimo dolor.

-Dios Tupá, ¿cuál es la flor
en que devino mi amada?
¿Dónde está mi enamorada
para poderla besar?

Si sus pétalos besara,
yo bien sabría cuál era...
Es injusta la manera
de cortar una al azar.

Y Tupá le permitió
buscar la flor oportuna
recorriendo una por una
transformado en colibrí.

Los más viejos afirmaban
que nunca la encontraría.
Pero yo, en este día,
tengo muy claro que sí.


Y creo que esta historia fue verdad,
que el colibrí y la flor están presentes
en las caras alegres de estas gentes
como augurio de gran felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario